viernes, 7 de mayo de 2010

Paradigmas de la educación

Hace un tiempo recibí un comentario en el blog de una persona que me invitaba personalmente a leer su libro, para mí ha sido un gran honor esta invitación. El autor se llama Carlos González y es profesor de secundaria con veinticuatro cursos a la espalda. El “profe” que todos hubiésemos querido tener para disfrutar del aprendizaje y descubrir que las mates y la física pueden ser divertidas e interesantes. Para bajarte el libro puedes visitar su blog http://ladanzadelavida12.blogspot.com/2010/01/de-lo-cotidiano-lo-magico-del-personaje.html si lo vas a imprimir procura imprimir dos páginas en cada folio, porque es más cómodo para leerlo y así gastas menos papel.
Lo he leído poco a poco, a sorbitos. Y no porque me aburriese, en absoluto, sino porque las exigencias de este último año han sido demasiado absorbentes y por la noche caigo rendida en la cama y solo llego a leer una página antes de quedarme como un tronco.
El libro se llama “Veintitrés maestros, de corazón” y en él plantea una forma de enseñanza bastante distinta a lo que estamos acostumbrados, donde el alumno toma una parte muy activa en el proceso de aprendizaje, no solo se limita a acatar lo que dice el profesor como si fuera un dogma de fe, sino que vivencia lo que está aprendiendo.
A medida que he ido leyéndolo he ido apuntando frases que han resonado en mí. Aquí las transcribo:
- Si damos un paso para lograr realizar la utopía ésta se aleja un paso, si damos dos pasos, también se aleja dos pasos; así la utopía sirve para caminar (Feliciano Robles)
- Sin confianza no hay verdadera educación. Nutrir ayuda a crecer. Controlar desconfiando introduce el temor, que nos aleja de nuestro poder.
- Vamos creando día a día, con una idea limitada de nosotros, y eso hace que perdamos grandes oportunidades. Para sentirnos dueños de nuestra vida es necesario desarrollar nuestra imaginación.
- Para ser nosotros mismos hay que hacer de nuestra libertad nuestra seguridad
-La víctima no es nada más que uno que le está dando su energía a algún otro


Lo que Carlos plantea me parece interesantísimo ya va siendo hora de que se cambien los paradigmas limitantes de la enseñanza. En una sociedad donde el conocimiento está accesible para cualquiera que disponga de conexión a internet, a libros y a enciclopedias ya no es tan importante conocer todas las respuestas sino saber elaborar las preguntas adecuadas.
Así, todo el tiempo que deben emplear los alumnos en prepararse para los exámenes (que una vez realizados caen en el olvido) se podría utilizar para potenciar sus habilidades y reforzar su autoestima para que nuestra sociedad estuviese formada por individuos equilibrados en lugar de una masa cada vez más gris, depresiva, con problemas mentales, sin sentido crítico y propensos a ser fácilmente manipulados.