Después de un tiempo, uno aprende
la sutil diferencia entre sostener
una mano y encadenar un alma,
la sutil diferencia entre sostener
una mano y encadenar un alma,
uno aprende que el amor no significa recostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos, no con el dolor de un niño.
Y uno aprende a construir todos sus caminos
en el hoy, porque el terreno de mañana es
demasiado inseguro para planes
en el hoy, porque el terreno de mañana es
demasiado inseguro para planes
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad,
y después de un tiempo uno aprende:
que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema.
Así uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien te traiga flores,
y uno aprende que realmente fue de aguantar que uno es realmente fuerte,
que uno realmente vale, y uno aprende y aprende,
con cada adiós uno aprende.
que uno realmente vale, y uno aprende y aprende,
con cada adiós uno aprende.
Jorge Luis Borges